No todos los pronosticadores ignoran los impactos del cambio climático. Algunos son más explícitos al calcular las emisiones de CO2 anticipadas y el aumento de temperatura global resultante de cada escenario. También reconocen que el mundo no está en camino de mantener el calentamiento global a 1,5 °C. y, con cada nuevo informe, la probabilidad de cumplir con el objetivo se vuelve cada vez más escasa. Los escenarios que conducen a “emisiones netas cero para 2050” son cada vez menos creíbles.
Declarar un objetivo en el Acuerdo de París de 2015 fue importante y, evaluar regularmente el progreso hacia ese objetivo puede ayudar a motivar un mejor desempeño. Sin embargo, a medida que ese objetivo se aleja cada vez más de nuestro alcance, ¿corremos el riesgo de quedar hipnotizados por ilusiones?
La indiferencia ante las implicaciones del calentamiento global de sus acciones no se limita a los pronosticadores. Observamos muchos otros signos de una brecha cada vez mayor entre el desempeño real y los objetivos declarados para enfrentar el cambio climático global.
Publicado el 12-12-24