Kamila Pacassi Zanga, de 23 años, fue asesinada el martes 15 de octubre de 2024 en el interior de la Escuela Superior de Maestros en Caranavi, y fue sepultada hoy antes del mediodía en la población de Covendo (Palos Blancos) de donde era originaria, su hijo de cinco años de edad aún no comprende que su mamá no volverá a estar a su lado. 

“Bienvenidos, Cultura Mosetén Covendo”, reza en la parte superior de un gran portal de ingreso a esa población, donde hoy al menos 200 personas, hombres, mujeres, niñas y niños, portaban flores blancas formando un extenso cortejo fúnebre que acompañó a la familia de Kamila en el traslado del ataúd blanco con los restos mortales de la joven estudiante hasta el cementerio de esa población.

Lágrimas de dolor, pero también de indignación contra el autor del asesinato se desbordaron cuando se llegó al lugar donde se depositó el sarcófago y se empezó a preparar el material para sellar la tumba. Tres amigas y familiares de Kamila no pudieron contener su pena y se arrodillaron a un costado del ataúd para llorar desconsoladas.

Pero quien menos resignación mostró fue la madre de la joven que no cesaba de pedir justicia: “¡no puedo aceptar!” dijo al referirse a la manera cruel y “sin piedad” con la que mataron a su hija, “¡no puedo aceptar!”, repetía y añadía que no soportaba el dolor que sentía luego de haber criado a su hija “con tanto amor, tanto sacrificio” para que luego “se la quiten”. Luego, como si ella tuviera alguna responsabilidad en lo sucedido, afirmó “yo la mandé a que estudie (a Caranavi, para ser maestra) y ahora no está” y cerró su frase con palabras que reiteraban su angustia, “¡no lo acepto!”.

Durante el funeral, familiares, amigos y pobladores de Covendo, clamaron justicia y exigieron la pena máxima para el responsable del crimen, y que este feminicidio no quede impune, además rechazaron la violencia de género que sigue presente en la sociedad.

El martes 15 de esta semana, pasadas las ocho de la mañana, Marco Calle Huanca (24), atacó a Kamila con un cuchillo en un aula de la unidad académica dependiente de la Escuela Superior de Formación de Maestros de Caranavi y le asestó 39 puñaladas hasta quitarle la vida. Lo hizo frente a más de una docena de compañeros de curso. Luego fue aprehendido por la Policía y confesó que cometió el crimen “por venganza” debido a motivos pasionales. El miércoles, la justicia determinó enviar al asesino a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro en La Paz, de forma preventiva “indefinida” mientras se prepara su enjuiciamiento (Líder y agencias).

Foto: RRSS