Un reciente estudio publicado en Plos Biology, sugiere que una sola noche de mal descanso puede tener efectos adversos en el cerebro hasta por dos semanas.

En esta investigación, se midieron las variaciones en la conectividad cerebral usando tecnología avanzada como smartphones y escáneres, que demuestran que con un par de noches de sueño adecuado sino que persisten en forma de “olas”, hasta por 15 días después.

De esta manera, la primera impacta la concentración y la segunda afecta la memoria y la atención sostenida. Estos resultados destacan la compleja relación entre el sueño y el bienestar mental.