A los problemas de escasez de combustible, los productores del norte de Santa Cruz se enfrentan ahora a los estragos causados por las lluvias, que provocaron el desborde del río Grande, afectando severamente los cultivos de soja, maíz y sorgo. Más de 30,000 hectáreas de sembradíos están prácticamente perdidas debido a la inundación, lo que agrava aún más la difícil situación de los agricultores. Eliazer Arellano, uno de los productores, destacó que la falta de diésel ha impedido la cosecha, y las lluvias adicionales están provocando más daños.

Arellano señaló que el desborde del río sigue afectando gravemente las tierras de cultivo y la constante lluvia empeora la situación. Las acres de soja, maíz y sorgo que estaban listas para ser cosechadas ahora están bajo agua, lo que significa que estas cosechas se perderán. Los productores están preocupados por no poder sacar los productos del campo a tiempo, mientras que las inundaciones siguen llegando con fuerza debido al agua acumulada.

Además, la escasez de diésel ha complicado aún más la situación. Según el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, aún faltan entre 18 y 20 millones de litros de diésel para completar el abastecimiento necesario para la cosecha de verano. Los productores han expresado su frustración, ya que no solo enfrentan la pérdida de sus cultivos, sino también la falta de apoyo gubernamental para resolver el problema del combustible y evitar que la situación empeore aún más.

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